domingo, 25 de abril de 2010

Reseña de "Nación rock: tradicional impostura a la colombiana" Escrito por Felipe Arias Escobar

Felipe Arias Escobar es un historiador y programador musical de Javeriana estéreo que escribió para el catalogo virtual de la exposición Nación Rock del Museo Nacional en Bogotá que se dio a cabo en el año 2006-2007. Esta exposición tiene como fundamento responder la pregunta que se plantea un reconocido periodista colombiano, esta pregunta se halla relacionada con la música colombiana y el rock. Entonces esta exposición y este texto escrito por Escobar se centra en como el rock ha influido, con su desarrollo a través del tiempo, en la nación que se ha construido en nuestro país. En este texto el autor trata ideas muy interesantes en relación a la música típica de Colombia y a la música que se ha traído del extranjero y que se puede tomar como música colombiana , pero en esta reseña solo se trataran tres ideas fundamentales las cuales aportan mucho al proyecto a realizar. La primera de las ideas tiene que ver con lo que ha hecho la sociedad con el rock en Colombia, es decir, lo que la sociedad ha pensado del rock a través del tiempo en nuestro país; la segunda idea a tratar es, en la cual, el autor plantea la idea de que el rock esta relacionado totalmente con la violencia y por último el autor intenta mostrar cual es la justificación del origen y el desarrollo del rock dentro de Colombia.

Escobar en su texto va rescatando los puntos más importantes que ha tenido el rock en el desarrollo de la nación colombiana desde su origen hasta el año de 1995. En uno de esos puntos importantes, el autor rescata una de las recaídas que ha tenido el rock a lo largo de su desarrollo y como la sociedad ha sido un poco culpable de esto; pero por otra parte rescata la persistencia del rock y de sus aficionados que ha mantenido el movimiento siempre latente aunque ya en si no sea tan fuerte y emblemático. Escobar con su frase “Los teatros dejan de prestarse, la autoridad persigue, la sociedad censura y la estigmatización al rock mata lentamente al movimiento” presenta al lector un problema que con el que ha lidiado el rock casi toda su existencia. Como plantea el autor, el rock en Colombia nunca ha sido visto con muy buenos ojos pues es una cultura extranjera que llego a nuestro país para quedarse y los jóvenes la han sentido como parte de nuestra cultura.

Por otra parte, en este texto “nación rock: tradicional impostura a la colombiana” de Felipe Arias Escobar se va viendo poco a poco como el rock ha ido evolucionando y va sentando cada vez más un puesto fijo en Colombia. El autor en su relato casi cronológico nos plantea la situación en los años 80, años en los cuales el rock se va transformando más a lo que conocemos hoy en día y dentro del mismo movimiento van surgiendo nuevas ideologías que afectan al desarrollo del rock dentro de nuestro país. En estos años que para Colombia y el mundo significaron muchos cambios el rock va tornándose a algo más agresivo, pero como se verá más adelante se da por reacciones a situaciones externas al movimiento. El autor comenta con la frase “El rock es violencia, hay que estar drogado para hacer eso, al fin música de vagos.” Lo que la gente ve en el rock y las personas que son parte del movimiento y como se puede reflexionar, hoy en día la percepción de la sociedad frente al rock no es muy diferente. Un rockero es una persona muy común aunque lo hagan ver distinto, pero un rockero es alguien que lleva su música en la sangre y ve al mundo de una manera más revolucionaria que las personas que escuchan música más tradicional (como se expresaría el autor).

En la última de las ideas que son importantes rescatar para este proyecto, el autor Felipe Arias Escobar nos complementa la idea anterior a esta, dándonos una pequeña muestra de por qué se puede justificar el rock dentro de nuestro país y por qué se puede tomar como parte de nuestra cultura también. Colombia se ha caracterizado por ser un país lleno de problemas de violencia, corrupción y mala administración de riqueza, en otras palabras, Colombia siempre ha tenido problemas serios que afectan al pueblo colombiano. Escobar en su texto cita varias estrofas de canciones de rock que nacen por esta época de los 80-90 que muestran totalmente las ganas de estos jóvenes de sacar al país adelante y de acabar con los malos manejos, malas políticas y definitivamente malas decisiones. Con su expresión “La Colombia que viven estos jóvenes justifica de sobra lanzar gritos de angustia y rebeldía.” Escobar quiere mostrar que el rock no es peor que la sociedad que lo está criticando y que es esa misma sociedad que da pie a que el rock exista como una manera de reaccionar a las situaciones que ella proporciona diariamente.

En conclusión, en el texto “nación rock: tradicional impostura a la colombiana” del autor Felipe Arias Escobar se pueden rescatar ideas muy valiosas entre ellas está la idea de cómo la sociedad ha sido muy influyente dentro de las recaídas del rock en Colombia y como este mismo movimiento se mantiene firme a pesar de ser tan criticado, estigmatizado y censurado. La segunda idea trata de como se toma el rock en la sociedad colombiana y como se ven a los rockeros desde esta misma óptica, y la tercera idea hace referencia a como la misma sociedad colombiana que tanto censura y estigmatiza ha dado pie para que el rock sea posible en Colombia. El autor en este texto con estas y más de sus ideas pone en claro que el rock si se puede considerar parte de nuestra cultura colombiana y en especial hace énfasis en como el rock ha influido en las generaciones colombianas y como las situaciones de Colombia han también influido en la construcción del rock colombiano.

miércoles, 14 de abril de 2010

Reseña de “Los metaleros: ¿Que tienen adentro?” escrito por Mónica Andrea Cabarcas.


La autora Mónica Andrea Cabarcas es una periodista colombiana que escribe para la revista Semana y en que esta edición decide aventurarse a entrar a describir desde un ámbito cultural un fenómeno muy polémico que ha venido acaeciendo en Colombia y el mundo: las culturas suburbanas. La autora colombiana en este artículo explora el mundo de los metaleros colombianos desde un punto de vista real, pues literalmente se adentra en ese pequeño mundo. Con este acercamiento al mundo de los metaleros Cabarcas pretende mostrar a los colombianos la vida de un metalero transparentemente, mostrando el lado bueno y el lado malo según los parámetros que nos ha dado la sociedad.

Es muy interesante la exposición de un metalero que da Cabarcas en su artículo, puesto que toca ideas muy interesantes como la marihuana en la vida del metalero, el pensamiento de superioridad que tienen los metaleros frente a su ideología y la cotidianidad de una persona metalera frente a una “normal”.

En su artículo, Cabarcas, empieza describiendo el cuarto de Andrés un metalero de tiempo completo. “En el cuarto de Andrés, la marihuana está encaletada en todos los rincones: ‘Es fácil en el forro de las almohadas’, dice. Los afiches de Ironmaiden y Megadeth desteñidos -la cinta tiene ya 10 años-, las paredes son negras y un chicle pegado en la mesita de noche desde hace varios días.” Con esta apreciación la autora quiere darnos a entender que Andrés es un desordenado, cochino y marihuanero, pero también puede darnos a entender que es un delincuente, por tener escondido dentro de su cuarto una sustancia ilegal y esto efectivamente la gente lo va a generalizar y relacionar con todos los metaleros de Colombia y el mundo, lo cual me parece que está dando una imagen muy fuerte para empezar a describir un metalero, pues Andrés es uno de los millones de metaleros que existen. La marihuana en nuestro país es consumida por muchas personas y pocas de ellas son metaleras.

Por otra parte mientras Cabarcas se va adentrando en el mundo de Andrés, va mostrando la ideología de esta cultura suburbana, pero en especial resalta un comentario que Cabarcas plantea acerca de cómo un joven se siente superior por esta sumergido dentro de esa cultura. En su artículo Cabarcas expone la opinión de un joven llamado Julián que no está vestido de negro y es calvo, lo cual no representa totalmente lo que es la cultura metal: “En una esquina, cinco jóvenes calvos, todos con ropa camuflada. ‘Para ser metalero no es necesario ser mechudo o vestirse de negro, la música se lleva dentro’, dijo Julián, uno de ellos. ‘Escucho metal porque tengo la mente abierta, no como tú, yo quiero superar el animal, ser persona y no solamente ser humano’”. Para mí la autora quiere mostrar con estos comentarios que ser metalero va más allá de vestirse de negro, escuchar música fuerte; el metalero es sentir esa sensación que te trae la música y entender que es lo que quieren decir las letras de las canciones tan pesadas de este género musical. En mi opinión un metalero no es mejor persona por escuchar metal o por expresarse de una manera distinta, como lo expone Julián, pero si es mejor persona por defender sus principios y derechos para expresarse libremente y es mejor persona cuando no le hace daño a nadie aunque esas otras personas no estén de acuerdo con lo que el metal propone.

Cabarcas para finalizar su artículo concluye que un metalero por mi aficionado que sea tiene una vida normal como cualquier otra persona y no por ser metalero va a dejar a su familia y costumbres a un lado, la autora comenta “Antes de acostarse reza el Padre Nuestro y cuando se emborracha con su papá oye Julio Jaramillo, se sabe todas las canciones como la que dice: ‘Si yo muero primero, es tu promesa, sobre mi cadáver dejar caer.’ y la de ‘Licor, grato licor, eres el dios en mi dolor’, canciones de despecho se ríe, por su amor frustrado por Sara, de protagonistas de novela.” Me parece muy valioso que Cabarcas rescate este apunte pues la mayoría de las opiniones de la gente es que los metaleros son unas personas extrañas que no viven de acuerdo a la sociedad y que tienen su mente en otra cosa, lo cual no es cierto. Como no lo acaba de mostrar esta periodista colombiana, los metaleros en Colombia tienen su lado familiar y su lado colombiano como es emborracharse con el papá y cantar a Julio Jaramillo, además de el importante apunte de su sueño de amor con la Protagonista de novela Sara, algo muy característico en los colombianos, lo cual es ver televisión nacional y saber todo lo que pasa dentro de ella.

Del artículo de la periodista colombiana Mónica Andrea Cabarcas se puede rescatar tres importantes ideas: la marihuana en la vida de un metalero, el pensamiento de superioridad que tienen los metaleros frente a su ideología y la cotidianidad de una persona metalera frente a una “normal”. Me parece que Cabarcas en su artículo muestra a grandes rasgos las características de un metalero y aunque a veces tiende a dar una mala imagen como la que siempre está presente en la sociedad, la autora rescata los puntos positivos de esta cultura suburbana.